El presidente de EE.UU, Donald Trump, expresó su interés en el vaticano al querer ser el próximo pontífice durante una rueda de prensa en la Casa Blanca. “Me gustaría ser el papa, esa sería mi primera opción”. Aunque no especificó a quién apoyaría para liderar la Iglesia Católica, mencionó a un cardenal de Nueva York que, por casualidad, “es muy bueno”.
Este comentario surge en medio de la reciente muerte del Papa Francisco el 21 de abril, tras una larga lucha contra problemas de salud. La Iglesia Católica ha organizado un cónclave para elegir a un nuevo papa, que se realizará el próximo 7 de mayo.
135 cardenales de todo el mundo, menores de 80 años, se reunirán en la Capilla Sixtina para votar en secreto. Buscarán una mayoría de dos tercios hasta que un candidato sea elegido. Los cónclaves de 2005 y 2013 duraron solo dos días, por lo que los expertos no esperan que esta elección sea prolongada.
Mientras tanto, Trump continúa siendo un personaje que mantiene la atención en los medios y en la política. ¿Podría esta propuesta ser solo otra estrategia para seguir en el centro de atención?
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