La dirigencia opositora encabezada por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado entre una gira desesperada por Estados Unidos y sus países aliados, se disputan el curul presidencial a dos días de la juramentación del presidente Constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.
Mientras nóminas partidistas y recursos de procedencia dudosa patrocinan viajes y reuniones con acciones desestabilizadoras y convocatorias irresponsables a sus seguidores, los cabecillas de la oposición permanecen en su diatriba perenne de hambre por el poder.
Acompañado de exdirigentes estudiantiles, González Urrutia se paseó por Washington esperanzado ser recibido por Donald Trump, en la búsqueda de apoyo infructuoso.
Estos mismos exdirigentes estudiantiles que acompañan a González Urrutia y a Machado desconocen el “liderazgo” de uno u otro según les convenga, lo que evidencia que una vez más la oposición venezolana entra en la trampa de sus propias acciones y decisiones, ubicándolos “del interinato al burrominato”, como lo refirió en sus redes sociales, el opositor Daniel Lara Farías, quien se autodenomina “el enemigo de todos”.
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