Con el objetivo de ofrecer una solución médica a las complicaciones derivadas de accidentes por picaduras de escorpión, un grupo de biólogos de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) trabaja en el desarrollo de anticuerpos capaces de dar origen a un nuevo tratamiento contra este tipo de envenenamiento.

La investigación, titulada “Escalar la producción de antivenenos IgY antiescorpiónico en Venezuela”, cuenta con la participación de la bióloga Esthefany Sarmiento, adscrita al Laboratorio de Toxinas Naturales de la Dirección de Salud del IDEA.

Sarmiento explicó que el proyecto se basa en la tecnología IgY. “Para ello, inicialmente se realiza la inmunización con veneno de escorpión en dosis subletales a las gallinas, para posteriormente de los huevos, purificar la IgY un anticuerpo que estas producen, los anticuerpos pueden neutralizar el veneno de escorpión a las personas que sufren envenenamiento de estos animales”, indicó.

El proceso incluye varias etapas: se extrae la yema de los huevos y se somete a un procedimiento de purificación usando PEG-6000, seguido de varias fases de centrifugado hasta obtener la IgY purificada. Luego, se congela y pasa por liofilización. Posteriormente, los investigadores aplican distintas pruebas, entre ellas ELISA, ensayos de dosis letal 50 y de neutralización, con el fin de evaluar la eficacia y seguridad del antiveneno.

“Actualmente, nos encontramos en ensayos de investigación y preliminares, porque nuestro objetivo es lograr realizar un medicamento biológico con sello venezolano, con este nuevo método, para lograr evitar complicaciones en los accidentes de escorpión”, afirmó Sarmiento.

Una alternativa innovadora y ética

Según Sarmiento, el uso de anticuerpos IgY representa una opción prometedora para tratar eficazmente los casos de envenenamiento escorpiónico. “Es una alternativa novedosa y eficaz para las personas que han sufrido el accidente escorpiónico y poder resolver su envenenamiento a tiempo”, aseguró.

Además del potencial terapéutico, el enfoque tiene una dimensión ética destacada. Mientras que los métodos convencionales para obtener antivenenos suelen involucrar a grandes animales como caballos, en este caso se utilizan únicamente huevos de gallinas ponedoras, lo que reduce significativamente el sufrimiento animal.

Fuente: Prensa IDEA

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