La Casa Blanca anunció que aplicará controles más estrictos sobre la información clasificada luego de que se filtrara un informe de inteligencia que pone en duda la efectividad de los recientes ataques a instalaciones nucleares iraníes. El documento sostiene que esas acciones no destruyeron los componentes clave del programa atómico de Teherán, sino que apenas lograron retrasarlo por algunos meses.

De acuerdo con cuatro fuentes citadas por Axios, la administración estadounidense planea restringir el flujo de datos secretos al Congreso, especialmente a través de CAPNET, la red utilizada para compartir inteligencia clasificada.

“Estamos declarando una guerra contra los filtradores”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca bajo anonimato.

Según las mismas fuentes, el FBI ya investiga la filtración del informe titulado Evaluación de daños de batalla, un análisis preliminar de la Agencia de Inteligencia de Defensa. Trump y altos cargos reaccionaron con molestia, al considerar que la filtración buscó desacreditar declaraciones anteriores del expresidente, quien afirmó la “aniquilación total” del programa nuclear iraní.

La evaluación confidencial contradice esa versión. Según el informe, las instalaciones en Fordo, Natanz e Isfahán no sufrieron los daños esperados, y Irán aún conserva casi todo su material nuclear, por lo que podría fabricar un arma si así lo decide.

Un funcionario de la Casa Blanca subrayó: “Casi en cuanto publicamos una información en CAPNET, se filtra. No hay razón para repetirlo”.

La comunidad de inteligencia ya busca endurecer sus protocolos. “La comunidad de inteligencia está buscando la manera de reforzar sus procesos para evitar que agentes del ‘Estado Profundo’ filtren a los medios partes de análisis de inteligencia que son ‘poco fiables’”, añadió la fuente oficial.

Fuente: RT

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