Desde su espacio informativo ClaraMente, la periodista Clara Vega ofreció un análisis crítico sobre los recientes enfrentamientos entre Israel e Irán, afirmando que el conflicto va más allá de lo religioso y responde a un proyecto político-geoestratégico: el expansionismo sionista.

Vega explicó que el 13 de junio Israel lanzó un ataque aéreo sorpresa sobre instalaciones nucleares en Irán en el marco de la operación León Naciente. Irán respondió con una ofensiva masiva de misiles y drones denominada Promesa Verdadera 13. Aunque en Occidente se presenta como un conflicto religioso, la periodista sostuvo que detrás se esconde una ambición geopolítica por el control territorial y energético.

El sionismo como doctrina política

Apoyándose en el autor libanés Yorzade, Vega recordó que el sionismo nació como una doctrina nacionalista laica en el siglo XIX en Europa, no como una extensión del judaísmo. Su fundador, Theodor Herzl, era agnóstico y veía el antisemitismo como útil para impulsar su causa, según extractos de su diario. “Es esencial que los sufrimientos de los judíos empeoren… induciré el antisemitismo”, citó Vega.

A su vez, destacó que sectores del judaísmo tradicional han rechazado al sionismo. El rabino Beck, del grupo Neturei Karta, ha señalado que el sionismo usa símbolos religiosos para justificar un proyecto político ajeno a la espiritualidad judía.

Una visión expansionista

Desde 1916, explicó Vega, el sionismo adoptó una visión territorial que excedía Palestina. En 1919, la Organización Sionista Mundial propuso una expansión desde el Éufrates hasta el Nilo. Incluso David Ben-Gurion dijo que “donde llega el ejército israelí, esa es nuestra frontera”. Israel, añadió, no tiene fronteras definidas ni constitución formal, pero su ley de retorno permite que cualquier judío en el mundo obtenga la ciudadanía.

Recursos energéticos en disputa

El análisis de Vega subrayó que el interés por el control de recursos energéticos es central: Palestina, Egipto, Siria, Líbano e Irak concentran vastas reservas de gas y petróleo. “No es casualidad que estos países hayan sido intervenidos militarmente”, afirmó, apuntando al respaldo de Estados Unidos a Israel.

Influencia de lobbies y corporaciones

Vega recordó que el vínculo entre EE.UU. e Israel tiene raíces antiguas, como el memorándum Blackstone de 1890. Además, mencionó el papel de poderosos lobbies como AIPAC y de corporaciones como BlackRock, J.P. Morgan, Apple y Lockheed Martin, con inversiones en medios, tecnología y defensa. Estas empresas —dijo— también fabrican el armamento utilizado en la región.

La periodista concluyó cuestionando la narrativa dominante: “¿Estamos ante un conflicto religioso o ante un proyecto expansionista encubierto por la religión?”.

360°/AR/OBP