Desde que Israel atacó a Irán el pasado 13 de junio, gobiernos y medios internacionales lo presentan como un “ataque preventivo”. Pero, ¿por qué ese doble estándar? Mientras se justifica cualquier acción de Israel, se condena automáticamente la respuesta de Irán. Lo que está ocurriendo no es nuevo: la historia ya mostró cómo se manipulan narrativas para justificar guerras, como sucedió con Iraq y las falsas “armas de destrucción masiva”.
En Estados Unidos, tanto desde sectores progresistas como conservadores, surgen advertencias sobre el riesgo real de una guerra de gran escala. Y algo más: el apoyo a Israel se debilita, especialmente entre la juventud.
Israel inició el conflicto
El 13 de junio, Israel lanzó un ataque directo contra territorio iraní sin provocación previa. Esta ofensiva fue una violación del derecho internacional, pero rápidamente fue presentada en medios como una medida de “defensa preventiva”. Un eufemismo que encubre una agresión unilateral.
Irán responde en defensa propia
Irán, según el derecho internacional y la Carta de la ONU, tiene derecho a defenderse ante un ataque. Su respuesta ha sido en el marco de ese derecho. Sin embargo, los países occidentales la han condenado de inmediato, sin siquiera contextualizarla.
Estados Unidos, aliado y cómplice
Israel no actúa solo. La ofensiva se da con el respaldo político, militar y económico de Estados Unidos. Washington ha sido clave en sostener la estrategia israelí y continúa financiando su aparato militar. Sin ese apoyo, las acciones de Israel no tendrían la misma capacidad destructiva ni cobertura diplomática.
Israel tiene armas nucleares; Irán no
Uno de los mayores silencios mediáticos: Israel posee armas nucleares, nunca firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y bloquea cualquier intento de inspección internacional. Irán, en cambio, sí ha firmado el tratado, ha permitido inspecciones y no se ha demostrado que tenga armas nucleares. Aun así, el país persa es tratado como una amenaza inminente.
El ataque a Irán oculta el genocidio en Gaza
Mientras los focos apuntan a Irán, en Gaza continúa una catástrofe humanitaria sin precedentes. Más de 55.000 palestinos han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí. Solo en el último mes, más de 400 personas fueron asesinadas mientras intentaban acceder a ayuda humanitaria. La narrativa del “conflicto con Irán” también sirve para desviar la atención de lo que sucede en Palestina.
La guerra de narrativas está en pleno desarrollo, y muchas veces el lenguaje con el que se informa es parte del conflicto. Entender los hechos y cuestionar los discursos dominantes es clave para no repetir los errores del pasado. La historia lo ha demostrado: cuando la propaganda se impone, la justicia y la verdad son las primeras víctimas.
360°/AR/OBP