En medio de una nueva andanada de misiles lanzados por Irán contra Israel este martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intervino de forma más directa en el conflicto al lanzar una amenaza contra el Ayatolá Alí Jamenei, máxima autoridad religiosa y política de Irán.
«Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘Líder Supremo’. Es un blanco fácil, pero allí está a salvo. No vamos a eliminarlo (¡matar!), al menos no por ahora», publicó Trump en Truth Social, su plataforma habitual para comunicarse con el público.
El exmandatario estadounidense aseguró además que «ahora tenemos control total y absoluto sobre los cielos de Irán», y sin ofrecer pruebas, afirmó que las defensas aéreas iraníes fueron superadas.
«Contaba con buenos rastreadores aéreos y otros equipos defensivos, y en abundancia, pero no se comparan con los fabricados, concebidos y manufacturados en Estados Unidos. Nadie lo hace mejor que Estados Unidos», escribió.
En otro mensaje, cargado de tono bélico, Trump lanzó un breve pero contundente ultimátum: «RENDICIÓN INCONDICIONAL!».
Pese a sus declaraciones, el intercambio de proyectiles entre Irán e Israel continuó, lo que puso en entredicho sus afirmaciones y evidenció que es Washington, más que Tel Aviv, quien lleva las riendas de esta confrontación en ascenso.
Macron advierte sobre los riesgos de una intervención
Desde Canadá, donde participa en la cumbre del G7, el presidente francés Emmanuel Macron lanzó un mensaje de advertencia a Trump y a la comunidad internacional. Advirtió que cualquier intento por forzar un cambio de régimen en Irán podría derivar en «caos».
Macron respondió así a las declaraciones de Trump, quien había afirmado que EE.UU. no tiene intenciones inmediatas de asesinar al líder iraní.
El jefe de Estado francés también hizo un llamado a retomar las vías diplomáticas y subrayó la importancia del papel de Estados Unidos en ese proceso.
«Creo que necesitamos que Estados Unidos traiga a todos de vuelta a la mesa» de negociaciones, manifestó, dejando claro que, en su visión, la prioridad es frenar la escalada mediante el diálogo.
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