Cada vez más personas se animan a hacer ejercicio después de los 50. Sin embargo, empezar una rutina requiere cuidar ciertos aspectos para evitar lesiones musculares y óseas, especialmente si no tenían actividad física antes o si tienen sobrepeso.

Es importante realizarse una analítica completa antes de comenzar, para detectar posibles déficits de micronutrientes y decidir si necesitas suplementos. La pérdida natural de masa muscular y ósea con la edad aumenta el riesgo de lesiones si las rutinas son muy exigentes o si la alimentación no aporta los nutrientes necesarios.

La alimentación desempeña un papel fundamental. Consumir alimentos vegetales como pasta de sésamo, almendra, semilla de lino, soja y avellanas ayuda a obtener calcio, aunque su absorción puede verse limitada por fitatos y oxalatos. Distribuir las proteínas durante el día, y comerlas 30 minutos antes o después de entrenar, mejora su absorción y disponibilidad en tu cuerpo.

También, incluir pescados azules (atún, sardina, salmón) y yema de huevo aportan vitamina D, que fortalece huesos y músculos. Mantente bien hidratado antes, durante y después del ejercicio; tanto la deshidratación como la sobrehidratación pueden afectar tu rendimiento y aumentar el riesgo de lesiones.

Fuente: Medios Nacionales

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