El genocidio en Gaza y su impacto en los miembros del ejército israelí es cada vez más grave. Esta situación, que ya lleva 19 meses, ha provocado un aumento alarmante en los problemas de salud mental en las fuerzas de ocupación.
«No aptos» para regresar a Gaza
Uno de cada ocho reservistas israelíes se considera mentalmente «no apto» para regresar a Gaza debido a síntomas graves de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Esto significa que aproximadamente el 12% de los jóvenes reservistas sufren condiciones que los incapacitan para cumplir con sus funciones militares.
La crisis mental también ha llevado a un aumento en los suicidios entre los soldados. En los últimos dos años, 38 militares israelíes se han quitado la vida, lo que representa un incremento notable respecto a 2022, cuando murieron 14, y 2021, con 11 casos.
Solo en 2023, se registraron 17 suicidios, entre ellos siete soldados conscriptos, cuatro de carrera y seis reservistas. En 2024, el número aumentó a 21, con 12 de estos en filas de reservistas. Sin embargo, informes sugieren que los datos oficiales podrían ser aún más altos.
Impacto humano y social del genocidio en Gaza
Expertos, como Lucian Tatsa-Laur, jefe de salud mental del ejército israelí, advierten que la verdadera magnitud de la crisis solo será visible una vez que las operaciones militares terminen y las tropas vuelvan a la vida civil. La presión psicológica continúa, y las familias también sienten el impacto: los matrimonios enfrentan más tensiones y aumentan los casos de divorcio, debido a largas ausencias y daños emocionales de los soldados.
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Fuente: HispanTV
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