A pocas horas de conmemorar el 80° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, un grupo de empresas alemanas han admitido su papel en la llegada al poder de los nazis en 1933 y comprometerse a recordar esa historia oscura.
En una declaración conjunta, estas 49 compañías expresaron su arrepentimiento por haber ayudado a consolidar el régimen nazi, muchas veces buscando beneficios económicos sin preocuparse por las consecuencias morales. Reconocieron que, en ese momento, muchos se quedaron callados, miraron hacia otro lado y mantuvieron silencio ante los crímenes del régimen.
Uno de los ejemplos más destacados es BMW, que admitió que durante la guerra se transformó en una de las principales proveedoras de armas, usando trabajadores forzados y prisioneros de campos de concentración en condiciones crueles y peligrosas. Volkswagen también reconoció su participación en esa época, fabricando vehículos militares y empleando trabajo esclavo.
Estas empresas han decidido que ya no basta con mirar hacia atrás en silencio. Quieren usar su historia para luchar contra el odio, la exclusión y el antisemitismo, y aseguran que la memoria de los crímenes del nazismo nunca debe olvidarse.
«Juntos, nos levantamos en contra del odio y la intolerancia», dicen. Y añaden que la democracia se nutre de participación, valentía y honestidad, valores que ellas quieren fortalecer.
Este reconocimiento público es un paso importante para que ambas generaciones aprendan del pasado y construyan un futuro más justo y humano.
Fuente: RT
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