El gobierno chino lanza un documento oficial en el que afirma que cooperó con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la búsqueda del origen del COVID-19. China también acusa a Estados Unidos de politizar el tema y intenta desviar la atención internacional.
En su informe, China indica que el virus pudo haber circulado en Estados Unidos antes de aparecer en Wuhan, señalando brotes de enfermedades respiratorias y casos vinculados a laboratorios estadounidenses como evidencia.
Este «libro blanco» tiene dos capítulos. China destaca su contribución en la lucha contra el virus y reafirma su compromiso con la transparencia. Sin embargo, también sostiene que las investigaciones internacionales aún no concluyen y que siguen abiertas, especialmente en laboratorios que trabajan con virus similares.
Por su parte, la OMS continúa solicitando a China que comparta más datos para esclarecer el origen del COVID-19. La organización destaca que sin transparencia y cooperación entre países, el mundo tendrá dificultades para prevenir futuras pandemias.
Este informe llega en un momento de tensión entre China y Estados Unidos. Washington ha iniciado una guerra comercial sin precedentes y ha criticado a Pekín por no colaborar plenamente en las investigaciones.
Fuente: Medios Internacionales
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