Un grupo de 31 venezolanos en un centro de detención en Texas envió un claro mensaje de desesperación al formar la palabra «SOS» en el suelo, en medio de su incertidumbre y miedo.
Estos hombres temen ser deportados a El Salvador bajo una ley de tiempos de guerra, pese a asegurar que no tienen vínculos con pandillas.
Hace días, les notificaron que podrían ser deportados bajo la acusación de pertenecer a una banda venezolana, la cual niegan rotundamente.
La corte suspendió temporalmente sus deportaciones, pero la incertidumbre continúa. Muchas familias están angustiosas por sus seres queridos que luchan por su supervivencia en condiciones difíciles, con poca comida y miedo constante.
Algunos detenidos, como Millán y Escalona, aseguran no tener vínculos con crimen alguno y claman por regresar a Venezuela. La comunidad internacional observa con preocupación cómo la Administración de Estados Unidos implementa medidas controvertidas contra venezolanos en medio de una crisis migratoria.
Fuente: Medios Nacionales
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