En un emotivo acto de homenaje, el equipo del programa 360° se trasladó al Cementerio General del Sur para conmemorar los cuatro años de la siembra del maestro Aristóbulo Istúriz, figura insigne de la política, la educación y la lucha social en Venezuela.

Un gigante de las ideas

Durante la actividad, Nicolás Ernesto Maduro Guerra expresó que Aristóbulo Istúriz fue para él “un abuelo, un padre, un guía”, recordándolo desde su adolescencia como “un hombre que llamaba mucho la atención, que llamaba a mi papá, que me encargó, que nos enseñó y que aún vive en nosotros”. Señaló que estaban allí para celebrar su vida, su obra, su ideología y el camino que trazó, destacando que fue “un gigante de Venezuela, un gigante que visibilizó las comunidades afro y las puso en la historia venezolana. A nosotros los jóvenes nos guió y nos enseñó. Hoy seguimos el camino de Bolívar, de Chávez y de Aristóbulo Istúriz”.

Presencia viva en el pueblo

Rosarys Istúriz, hija del maestro, aseguró que aunque han pasado cuatro años desde su partida física, su presencia sigue viva. Reflexionó que aunque hay un lirio que el tiempo consume, hay una fuente que lo hace florecer: “toda esta gente, todos los líderes, todos los pilotos del pueblo, recordando sus ideas, haciendo vivo su legado. Así lo mantenemos vivo”. Añadió que lo extraña profundamente, tanto como padre como líder que “aportó siempre lo mejor de su corazón para hacer crecer la gente”.

Compromiso familiar y legado educativo

Por su parte, Aníbal Istúriz, hermano del profesor, recordó que Aristóbulo fue “un extraordinario ser humano, un hijo ejemplar, un tremendo hermano”, y que tras la muerte de su padre, él asumió con naturalidad el rol de guía de la familia, llevándolos “por una senda de avance, de crecimiento personal y familiar”.

Entre los asistentes también se encontraba Julvio Millar, quien compartió que trabaja arduamente por mantener vivo el legado del “maestro de la revolución”. Afirmó que Aristóbulo fue “un padre, un amigo”, con quien compartió durante muchos años, y que actualmente se están ejecutando más de 50 murales con su imagen en todo el país. “Tenemos más de 60 solicitudes para llevar su imagen a escuelas y liceos. La única forma de que no se olvide es tenerlo siempre presente, elevando su nivel de compromiso con el maestro, con la escuela y con el magisterio venezolano”.

El acto cerró entre cantos, palabras sentidas y el firme compromiso de seguir construyendo el país que Aristóbulo soñó, basado en la justicia social, la educación popular y el amor por el pueblo.

Isabel Márquez

360°/AR/OBP