En respuesta a la intensificación de la guerra comercial con Estados Unidos, China busca fortalecer el uso de su moneda y sistema financiero a nivel global. El lunes, el gobierno municipal de Shanghái dio a conocer un plan enfocado en expandir el uso del yuan en transacciones internacionales y promover su sistema de pagos CIPS, como una alternativa al predominante SWIFT.
La propuesta contempla el perfeccionamiento de las funciones del CIPS, así como la ampliación de su alcance internacional. Uno de los objetivos centrales es sumar más instituciones bancarias a esta red, al mismo tiempo que se impulsa la inversión y el financiamiento en yuanes.
«Se alienta a los bancos a fortalecer la promoción del concepto de ‘moneda local primero’ y la publicidad de la política transfronteriza del yuan», señala el documento. También se busca «establecer un mecanismo de evaluación para el uso transfronterizo del yuan por parte de empresas estatales en áreas clave de Shanghái».
Este enfoque se alinea con una estrategia más amplia que pretende «ahondar en la apertura institucional del sector financiero y aumentar el apoyo financiero para las empresas ‘globalizadas’ y la construcción de la Franja y la Ruta».
De acuerdo con el comunicado, la iniciativa busca consolidar a Shanghái como un centro financiero internacional clave y reforzar su capacidad para «servir a la construcción de un nuevo patrón de desarrollo y apoyar a todo tipo de entidades para que participen en la competencia y cooperación internacionales de manera más segura, conveniente y eficiente».
Cabe recordar que la tensión comercial entre ambos países se ha intensificado recientemente, con la imposición mutua de aranceles: Estados Unidos ha fijado tarifas de hasta un 145 % sobre productos chinos, mientras que China ha respondido con aranceles del 125 % sobre bienes estadounidenses.
360°/AR/OBP