La pequeña isla de Cartí Sugdup, ubicada en Panamá y habitada principalmente por indígenas, ha marcado un hito como la primera en América Latina en ser evacuada debido al aumento del nivel del mar.
Tras años de lucha contra los efectos devastadores del cambio climático y un aumento anual del nivel del mar de aproximadamente 6 milímetros, aproximadamente 1,500 residentes de Cartí Sugdup han tenido que buscar refugio en el territorio continental de Panamá. Este evento representa el primer reasentamiento climático a gran escala en la región.
Un informe de la ONU destaca que el nivel del mar está aumentando a un ritmo alarmante. Este fenómeno se ha convertido en una «amenaza urgente y creciente» para millones de personas en todo el mundo. La NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU. (NOAA) confirman que el calentamiento global, impulsado por el aumento de las temperaturas, provoca una expansión térmica del agua y el derretimiento de glaciares y capas de hielo. Como resultado, las costas se ven cada vez más amenazadas.
Desde 1880, los océanos han subido entre 20 y 23 centímetros. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) indicó que, en 2023, se registró un nivel medio del mar histórico, con un incremento que supera el doble de la tasa de los primeros años de monitoreo por satélite. Las consecuencias son devastadoras: inundaciones de agua salada destruyen hábitats costeros, contaminan aguas dulces y afectan la salud mental y el bienestar de las comunidades.
Ciudades de América Latina en riesgo
Investigaciones de Climate Central, publicadas en la revista Nature Climate Change, advierten sobre varias ciudades de América del Sur que podrían enfrentar inundaciones permanentes para 2100. Entre ellas se encuentran Barranquilla (Colombia), Maracaibo (Venezuela), Río de Janeiro (Brasil), Porto Alegre (Brasil), Punta del Este (Uruguay) y Entre Ríos (Argentina). Estas ciudades, debido a su proximidad al mar y al crecimiento urbano no regulado, corren un alto riesgo de ser tragadas por el océano.
Ante este panorama, científicos y expertos urgentes piden implementar medidas para reducir las emisiones de carbono y fortalecer la resiliencia costera. Es esencial activar programas de restauración de ecosistemas marinos, desarrollar infraestructuras sostenibles y establecer políticas climáticas ambiciosas.
La ONU estima que 900 millones de personas, uno de cada diez habitantes del planeta, viven cerca del mar y enfrentan el riesgo de inundaciones catastróficas. Grandes ciudades costeras como Buenos Aires, Nueva York, Lagos y Shanghái también están bajo amenaza. La comunidad internacional debe unirse para enfrentar esta crisis climática y proteger a las generaciones futuras.
Fuente: Extra News Mundo
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