En un movimiento significativo en la geopolítica actual, el viceministro de Relaciones Exteriores de China, Ma Zhaoxu, junto a sus homólogos de Irán y Rusia, Kazem Gharibabadí y Sergei Ryabkov, respectivamente, han solicitado este viernes poner fin a todas las «sanciones unilaterales ilegales». Este llamado se produjo durante una reunión trilateral en Pekín, donde los funcionarios coincidieron en que es fundamental crear «una atmósfera favorable» para la diplomacia en un momento de creciente tensión global.
Durante el encuentro, los representantes enfatizaron que «el diálogo basado en el respeto mutuo» es la única solución viable para resolver las crisis actuales. Hicieron un llamado a «abandonar las sanciones, la presión y las amenazas», en referencia directa a las políticas de Estados Unidos.
Además, destacaron la importancia de trabajar para eliminar las causas profundas que impulsan los conflictos en el ámbito internacional. En este contexto, reiteraron la necesidad de respetar la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que establece el marco del pacto nuclear de 2015 con Teherán y el trato de su “marco temporal”.
China y Rusia también celebraron la reafirmación de Irán sobre el carácter pacífico de su programa nuclear, así como su compromiso de colaborar con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Aseguraron que cada país debe abstenerse de adoptar medidas que socaven la imparcialidad del OIEA en el ejercicio de sus funciones.
¿Podrán los mandatarios llegar a un acuerdo?
Este diálogo trilateral ocurre en medio de las tensiones renovadas con Washington, que ha intensificado su política de máxima presión mediante nuevas sanciones contra Irán para restringir su venta de petróleo. En respuesta, el presidente estadounidense, Donald Trump, pidió la reanudación de las negociaciones; sin embargo, el líder supremo iraní, Alí Jameneí, descartó cualquier diálogo bajo términos considerados desventajosos.
Mientras tanto, Irán continúa participando en conversaciones con Alemania, Francia y el Reino Unido en Ginebra, aunque hasta ahora no ha habido avances significativos. En este complejo escenario, China y Rusia se posicionan como mediadores, buscando facilitar un acuerdo en un momento en que Occidente ha fortalecido su presión.
Sin embargo, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha alertado que Irán ya acumula 274 kilos de uranio enriquecido al 60%, acercándose peligrosamente al umbral de uso militar. Además, ha acelerado su programa nuclear en los últimos meses, multiplicando por cuatro su ritmo de enriquecimiento de uranio y reduciendo su cooperación con los inspectores del OIEA.
Fuente: Medios Internacionales
360°/PG/OBP